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Los senos de Sandy saltaban –ella estaba acariciando y torciendo sus agrandados pesones mientras movía su cabeza hacia adelante y atrás, mientras sus caderas y su culo se revolvian en el sedoso cubre camas. “Más, más!, no pares!!, hazme venir!!”, gritaba. Su cuerpo sudoroso estaba siendo conducido al frenesi por Becky, su cuñada, cuya lengua acariciaba su clitoris como un violinista toca las cuerdas. “No pares POR FAVOR, hazme venir”, le rogaba. Becky sabia como tocar el cuerpo de Sandy, produciendole orgasmos una y otra vez. Entonces sucedió, con un repentino chillido el cuerpo de Sandy se puso tenso mientras era llevada al máximo de placer por una experta en regocijos orales.
Estuvo quieta en la cama por un rato mientras Becky acariciaba suavemente su cuerpo desnudo. Sus senos eran grandes y su cuerpo femenino estaba completamente lleno de las curvas pronunciadas que caracterizan a una mujer joven de veintitantos años. Ahora eran amantes, amantes lesbianas que además compartían otro secreto: lo que habian hecho con el marido de Sandy, Mike.
Sandy y Mike han estado casados por siete años. El siempre ha sabido que su mujer tiene tendencias lesbianas – hecho con el que él ha estado de acuerdo ansiando la posibilidad de participar en trio. Nunca ocurrió, pero aun excitaba a Mike saber que su mujer estaba de vez en cuando en los brasos de una atractiva mujer.
Becky era la hermana de Mike, dos años mayor que él. Ella siempre tuvo una personalidad dominante, y Mike siempre se rendía ante ella hermana, la quería. Becki sabia esto y con la ayuda de Sandy, ella usó esto contra su hermano menor.
Becky era ginecóloga, y también tenía un título en psicología. Por entonces daba consejería y se especializaba en hipnoterapia. Sin que lo sepa Mike, él ha sido uno de sus últimos temas de estudio en los ultimos ocho meses. Con la ayuda de Sandy el se ha estado portando muy bien.
Esta manana, Mike estaba durmiendo en su dormitorio, lo habian mandado a su cuarto nueve horas antes y habia sido programado a bajar las escaleras esactamente a las 9:00am. Becky habia llegado a la casa tres horas antes para “tener todo listo”, y para tener una follada mañanera con Sandy, su deliciosa cuñada.
¿No crees que llegará a los extremos cuando vea lo que le hemos hecho?, preguntó Sandy un poquito preocupada porque Becky habia venido para sacar a Mike de su trance de ocho meses.
“No te preocupes querida!”, contesto Becky. Ella está tan entrenada ahora que no sera capaz de hacer nada, salvo lo que nosotras le ordenemos en adelante.
“Es que lo hemos cambiado tanto”, contestó Sandy.
Claro que lo habían hecho!. Ocho meses atrás, Mike era un atractivo y joven marido con un saludable apetito masculino. En el transcurso de dichos meses, Becky lo había transformado totalmente mediante el uso de hipnosis y hormonas. Todo comenzó de a pocos una noche despues de la cena, cuando Becky usando sus encantos femeninos y un amuleto especial, lo hipnotizó. Mientras Sandy observaba incrédula, sugirió que Mike deseaba ser un poquitín mas femenino.
“Te sentirias mucho mejor, -mas tú mismo- si ahora tuvieras puestas unas braguitas de satén, no es cierto Mike?”, le dijo. “De hecho, braguitas es todo lo que quieres tener puesto ahora, son tan suaves, tan dulces, tan femeninas. Dime Mike, qué quieres hacer?”
“Quiero ponerme mis braguitas” dijo, con la mirada ida, Entonces abandonó la mesa, y fue al guardarropas de su mujer y se puso uno de sus calzoncitos, eran unas braguitas de satén rojo. Regresó a la mesa y aun llevaba puestos camisa, corbata y calcetines, pero lucía las lindas braguitas de satén rojo.
Usar calzoncitos te sienta bien Mike, desde ahora, siempre te vas a poner tu calzoncito. Mañana, comprarás muchos calzoncitos para reemplazar todo esar horrible ropa interior masculina tienes en tu guardarropa.
“Si Ama”, respondió Mike, subió las escaleras y cortó toda su ropa interior masculina. Luego, bajó las escaleras para reunirse otra vez con su mujer y hermana y despues de salir del trance siguió allí sentado y conversando con ellas mientras lucía sus braguitas rojas como si pensara que era la cosa mas natural del mundo. Y ese fue sólo el primer día!.
Día a día, poco a poco ellas lo fueron feminizando. La siguiente vez, hicieron que se afeite, hasta lo hicieron algo permanente, después empezaron a ponerle hormonas y otros fármacos para que su cuerpo fuera más femenino. Él continuaba trabajando y actuando como si pensara que fuera el mismo Mike de siempre, pero su vestuario y sus maneras mostraban cualquier cosa menos un hombre común y corriente.
En el trabajo, todos notaron que Mike había cambiado. Cuando le dijeran algo, el debía reirse y preguntar por qué se la están cogiendo conmigo?. El siguió trabajando hasta que hace tres meses, cuando fue despedido. Su jefe busco cualquier excusa, cualquier cosa para zafarse del maricón que se mostraba cada vez más como una chica.
Ahora mike era cualquier cosa menos un hombre. Su piel era suave y lisa como la de una joven de 20 años, su cara habia sido suavizada con terapia. Su cabello, largo, sedoso y rubio. Sus cejas y maquillaje permanente mostraban el rostro de una chica de portada, sus labios, llenos a tope con el tratamiento, lucían suaves y sensuales. Su cuerpo había sido llenado con cada una de las curvas de una joven virgen. Su busto de 90 centímetros resaltaba en su cuerpo, su cintura fue reducida a 50 centímetros, sus caderas ensanchadas también a 90 centímetros, se encontraban con sus suaves, largas y sensuales piernas que parecian no terminar.
A ojos de Mike, el todavía era Mike– un saludable varón, esposo de Sandy, hermano de Becky. Cuando se miraba en el espejo, el veía un hombre. Pero para cualquier otro que lo mirase, era una diosa sexual hecha para el placer.
“¿Que hará cuando lo saquemos de su trance?”, preguntó Sandy, con la voz un poco temblorosa. “Ella hara exactamente lo que se le ordene”, contesto Becky confiada. “Y ahora es el momento de que nuestra hembrita haga su estreno.”
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Mike bajó a la cocina, vestida en un baby doll azul que escasamente cubria sus braguitas a juego. Sus pies estaban cubiertos con unos peluches azules, que se veían lindos. Sus senos estaban exaltados por la brisa matutina. “Buenos dias queridas” dijo, justo antes de besar a su esposa y a su hermana en las mejillas.
Becky esperó hasta que Mike se sentara, entonces dijo: “Hoy es el dia!”. Esa era la frase post hipnótica que sacaría a Mike de su trance de 8 meses. Mike miró asombrado por un segundo y luego exclamó con horror al ver abajo y notar su figura ultra-femenina.
¿Qué demonios es esto?, “¿que me han hecho?” gritó asustado.
“Tranquila jovencita” dijo Becky tomando inmediatamente control de la situacion. “Te vas a quedar ahí sentada y vas a escuchar todo lo que tengo que decir, y, mientras estas sentada, quiero que empieces a a jugar con tus pezones mientras que con la otra mano acaricias tus braguitas.
Mike no pudo detenerse. Pasmado, encontró su manos moviéndose involuntariamente hacia senos y pinga, y empezó a acariciarse suavemente mientras Becky empezaba su explicación y le daba nuevas órdenes: “Mike, -o mejor dicho Michelle- has estado bajo un encanto por un largo tiempo. Tu linda mujercita y yo te hemos feminizado. Y hemos hecho una gran trabajo, no crees?”. Michelle asentía mientras empezaba a sonrojarse por el contacto de sus manos femeninas sobre sus senos y su pinga, que ya estaba dura.
“Como puedes ver Michelle, ya no eres más un hombre. Siempre fantaseaste con tu mujer y sus amantes lesbianas, bueno, ella fantaseaba con convertirte a ti en una de sus amantes lesbianas, y ya ves, …lo hicimos!!. Los cambios que ves en ti son reales, y además son permanentes”. Michelle estaba empezando ahora a avergonzarse, mientras ella le hacía notar todas sus nuevas características femeninas
“De ahora en adelante siempre seras Michelle”, una encantadora transexual. Pero en tu mente, siempre serás Mike. el humillado y vencido hombre. Quiero que te sientas avergonzada por todo aquel que te mire, quiero que sientas y pienses que cada ojo que te mire te está desnudando y que todos quieren tirar contigo. Tú eres nuestra trasvesti juguete sexual, Michelle. Y solo seras capaz de hacer lo que yo te dihga que hagas, a propósito no te vengas todavía, estate tranquila.
Michelle estaba ha punto de eyacular y estaba totalmente humillado con esta escena. Vistiendo ropas femeninas frente a su mujer y hermana, jugando con su pinga y sus senos, sintiendo en su cuerpo la caricia de la seda y el satén, era demasiado para él y comenzó a llorar aun cuando se mantenía en el pináculo previo al orgasmo.
“Michelle, ahora quiero que te vengas sobre tus bragas” dijo Becky. Y Michelle lo hizo. Se vino como nunca antes, llenando su calzoncito con chorros de esperma caliente de transexual. Entonces notó como su mujer, Sandy, se puso frente a ella. Ahora Sandy vestía un brassiere y unas bragas de cuero que traían un enorme consolador negro. Sandy, sumergió esa pinga negra y grande en la piscina de esperma que acababa de dejar Michelle, y luego la puso en la cara de su marido.
–Chúpala Michelle!, ordenó Becky. Tú quieres mamarte esa pinga, …quieres comvertirte en un chupapingas para nosotras, no es cierto Michelle?. Michelle abrió su boca pintada para introducirse la tremenda verga negra mientras movía su cabeza involuntariamente diciendo “si”. “Chúpala toda Michelle!!” decia Becky, apurándolo, “no podrás evitar cualquier pensamiento de que no te gusta, vas a tener pánico y hasta dolor a menos que te chupes una pinga de verdad al menos una vez al día”,
Me está conviritiendo en un chupapingas, penso Mike mientras se veia manejado como una marioneta, mientras chupaba y mamaba esa terrible verga, vergonsoza y desvergonzadamente, pero no podia hacer nada. A pesar que queria ser un hombre ya de eso no le quedaba nada. Aunque él quería desesperadamente ser un hombre, el era cualquier cosa menos uno. Lo habian comvertido en una putita sumisa que rogaria por mamar pinga todos los días mientras a ellas les diera la gana.
Cuando Sandy terminó de darle su leche a Michelle, le ordenó que posara y modelara para ellas. Michelle modelaba como lo haría una modelo sexy, sintiendose llena de vergüenza y culpa mientras lo hacía. Entonces Becky dijo otra frase clave “Putita!”. Con esa palabra la pinga de Michelle se puso grande y dura otra vez. “Cada ves que oigas esa palabra se te parara y los deseos sexuales te dominaran. No seras capas de pensar en otra cosa que no sea sexo. Y seras capas de hacer cualquier cosa para satisfaser tus deseos. Entiendes Michelle?”.
Michelle asintió con la cabeza, sintiendo de nuevo como su cuerpo la traicionaba y comenzo a suplicar a su mujer, mientras se retorcía y se le levantaba ligeramente el baby doll: “por favor querida, tírame, tírame!, haré cualquier cosa para venirme, por favor, busquen a alguien que me meta la pinga!.
Estaba ahora en pleno frenesí, y sólo podría ser satisfecho si alguien lo dejaba tener un orgasmo. Sandy no iba a desperdiciar el momento, y como todavía tenia puesto el gigantesco consolador negro, le ordenó a que se ponga en cuatro. Michelle lo hizo y sus tetas quedaron colgando deliciosamente mientras mostraba seductoramente su culo, invitándola, así que ella metió esa pingota negra e increible en el coñito de su marido, mientras se lo tiraba a lo bestia, Becky dijo “Vente, Michelle!”, y ella no pudo evitarlo, dejando un gran charco debajo. “Tómatela!” ordeno, y con la pinga de Sandy todavia entrando y saliendo de su chochito, Michelle bajó su cabeza y lamió toda su esperma calientita .
Eso fue hace una semana, desde entonces, Michelle ha hecho un montón de dinero para su mujer y su hermana. Desde que la convirtieron en su perra, él no puede hacer nada por evitar perseguir cuanta pinga se le cruce por delante.